Así sostuvo unos
de los propietarios de las cabañas que están emplazadas a la ribera del Paraná.
Como es costumbre la Iglesia Católica y los cristianos,
en su gran mayoría no consumen carnes rojas durante los viernes de la cuaresma
y especialmente durante, el jueves y viernes santo donde se recuerda la pasión
de Cristo, en este marco, es habitual que la venta de pescada tanto de rio,
como de mar se vea en aumento, ya que es la época del año donde más se consume
este tipo de animales. En el caso de Florencia al estar tan cerca de unos de
los ríos más caudalosos e importantes de América del Sur, es habitual que
familias enteras vayan a pasar el fin de semana a la zona del Paraná y sus
afluentes. Las cabañas no escapan a esta realidad, año tras aña y todos los
fines de semana, pero en especial el de Semana Santa, reciben cientos de
turistas de Argentina e incluso de países limítrofes, este año se esperaba una
ocupación del 60 y 70 %, pero estas expectativas quedaron truncadas por las
lluvias que se registraron, en los últimos días.
Los caminos se vieron cortados y esto dificultó el
ingreso hasta las cabañas, que están a unos 20 kilómetros aproximadamente de la
zona urbana de la localidad. “Las reservas se habían hecho en algunos casos con
más de una semana de antelación, y se esperaba llegar al 100% para la Semana
Santa, pero la lluvia complico todo, a penas ingresaron dos grupos… la mayoría
decidió pasar la reserva para 15 o 20 próximos” comento Martin Rouvier, quien
es dueño de la cabaña “El Dorado”.
Sumada a esta cuestión climática, el rio registro un
aumento de su nivel, lo que también desalentó la pesca. Ahora se espera una
recuperación del sector para las próximas semanas.
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