Nahuel
Ríos es hijo de un matrimonio de la localidad y trabaja para una conocida firma
agraria, que construyo un sistema que permite abastecer de agua en una zona
donde este liquido es muy escaso. La noticia llego hasta la redacción de Diario
La Nación, el segundo diario más importante del país.
El
artículo fue publicado el pasado 12 de agosto de este año y detalla lo
siguiente. Por Fernando Bertello.
En Río Muerto, donde la disponibilidad
de agua de calidad es limitante, la empresa Grupo Agros desarrolló un sistema
con 120 hectáreas para captar ese recurso con las lluvias
Rio
Muerto.- Lo dicen sin eufemismos, directo. Para Luis Francisco Calvo, director
de Grupo Agros, y Nahuel Ríos, gerente de producción en un campo ubicado a 300
kilómetros de Resistencia, en el noroeste de la provincia de Chaco, en las
puertas de El Impenetrable, lo que están haciendo en ese establecimiento es
cultivo y cosecha de agua.
¿Cómo?
En Río Muerto, en una región que suele tener lluvias de 650 a 700 milímetros
anuales, dispersas entre octubre y abril, con temperaturas máximas de 45 grados
que en verano representan una alta demanda atmosférica, aquí el agua es el
recurso limitante para cualquier emprendimiento ganadero a gran escala. No
porque no llueva, sino porque el problema es tener disponibilidad de agua de
calidad. El agua subterránea disponible tiene entre 16 y 20 gramos por litro de
sales totales cuando lo máximo tolerable son cinco gramos.
El
campo, de 13.600 hectáreas (de ellas, un 70% está en producción, con 5000
hectáreas para ganadería y más de 3000 para agricultura), es de Cabaña Chaco
Pampa, de Grupo Agros. Se empezó a desarrollar en 1998 con un planteo mixto
agrícola-ganadero. Se inició con una ganadería de cría con gatton panic.
Sin embargo, la disponibilidad de agua de calidad seguía siendo limitante. Para
tratar de enfrentarla, empezaron a construir enormes represas impermeabilizadas
con geomembranas para captar el agua de lluvia y utilizar pendientes naturales
y caminos para que el agua se dirigiera hacia esas represas.
Hicieron
tres represas con una capacidad para 150.000 metros cúbicos, además de tanques
australianos y un sistema de 50 kilómetros de cañerías para que el agua llegue
hasta los distintos potreros. El modelo permitía tener 3500 cabezas Braford en
el campo. En 2009, en un año muy seco aquí y en todo el país, se compraron además
máquinas de ósmosis inversa para realizar mezclas de agua salada con el agua de
represa.
En
el campo igual creían que podían hacer más. Sucede que de una lluvia habitual,
tomando como referencia una hectárea de ese sistema con pendientes naturales y
caminos, lo que terminaba después entrando a las represas era entre el 5 y el
7% del agua caída. Es decir, una baja eficiencia de cosecha de agua respecto de
los milímetros caídos. El sistema de colecta de agua era de 325.000 litros por
hectárea por año y con eso alcanzaba para dar de tomar a nueve vacas por
hectárea año.
El
campo estaba con una carga animal de 1,2 vaca por hectárea/año en el período de
lluvias, pero terminada esa temporada se liquidaban categorías y se quedaba con
una menor cantidad de cabezas para enfrentar el invierno. "Seguíamos
acotados por la disponibilidad de agua para tener un ciclo completo. La carga
la regulaba el agua y no el pasto. El pasto sobraba pero no podíamos subir la
carga por el agua. Por eso, dejamos de orientarnos al agua de extracción y nos
focalizamos en el agua de lluvia", contó Calvo.
Si
bien ya tenían las represas y el sistema "natural" de las pendientes
y caminos que llevaban el agua a las represas, salieron a buscar alternativas
que pudieran darle soporte a una ganadería con más cabezas.
Ayuda menonita
Y
en esa búsqueda dieron con Loma Plata, en Paraguay, donde está una de las
colonias menonitas del Chaco Paraguayo. Fueron a ver un sistema de captación
que, para trazar una comparación simple, es como el techo de una casa que junta
agua a través de canaletas y la manda a un aljibe. Sólo que para el caso de la
producción se trata de un área de superficie que se destina exclusivamente para
captar agua. Esto es con camellones (son como curvas de nivel una al lado de la
otra con 6 metros de ancho por 200 de largo y unos 60 centímetros de altura en
su cúspide) orientados a canales secundarios que recolectan el agua, canales
primarios que la llevan a un pulmón o ante-represa y luego a las mismas
represas.
Los
menonitas tienen pueblos que funcionan así: tambos, e inclusive frigoríficos
que faenan 1200 cabezas por día y desarrollaron sistemas de captación con 170
hectáreas para tener agua.
Volvieron
maravillados de lo que vieron en Paraguay. En 2014 empezaron a probar con 25
hectáreas de área de captación y luego avanzaron hacia un sistema de 120
hectáreas, que pasaron de cultivos agrícolas a cosechar agua para la ganadería.
Contrataron a un agrimensor para que marque las pendientes y luego se pusieron
a trabajar con planos de un ingeniero civil que indicó la orientación de los
camellones y los canales. Trabajaron con máquinas propias, un tractor y una
niveladora para las obras. "La captación requiere un 2,5% de pendiente,
por lo que hay que juntar el agua pero que ésta no tome velocidad y genere
erosión y rotura de canales", graficó Ríos sobre el sistema.
Todo
el sistema está compuesto por las 120 hectáreas de área de captación, cinco
represas, todas impermeabilizadas, 8 tanques australianos con 300.000 a 500.000
litros, elevados y ubicados cerca de las represas, además de los 50 kilómetros
de cañería que llevan el agua todos los potreros. El campo tiene ahora
capacidad para 230.000 metros cúbicos. "Al implementar las áreas de
captación de agua, que para nosotros es como tener un cultivo, dimos un vuelvo
fenomenal", se entusiasma Calvo.
Los
números le dan la razón. Si antes en una hectárea captaban 325.000 litros por
año por hectárea, con el sistema actual están en 3,9 millones de litros por año
por hectárea. Pasaron a una eficiencia de cosecha del agua del 55 al 60% (parte
se pierde en el suelo y evapotranspira).
Además,
si antes podían darle de tomar a nueve vacas por hectárea año, ahora, con el
sistema implementado de captación con camellones y canales, están en un nivel
de 107 vacas por hectárea año. Con cualquier lluvia arriba de 20 mm ya pueden
obtener agua para las represas cuando antes necesitaban más de 50 mm.
Ya
tienen en el campo 5500 cabezas (30% del rodeo es de la cabaña Chaco Pampa) y
con el sistema podrían poner 3000 cabezas más, ya con un confinamiento.
"Con las lluvias de los últimos cuatro a cinco meses tenemos agua para las
5500 cabezas para 310 a 340 días", dijo Calvo. En Río Muerto, un pueblo de
2000 habitantes, no hay agua potable, según cuentan aquí. Llega de una perforación
a 10 kilómetros y se rebombea para la población. Serían suficientes 20
hectáreas del sistema para que, si bien luego requiere un tratamiento para la
población, se pueda aprovechar esa agua de lluvia.
La inversión según el proyecto
¿Cuánto
cuesta hacer el sistema que tienen en el establecimiento de Grupo Agros? Hacer
el área de captación propiamente dicha, esto es con camellones y canales,
demanda un costo operativo de $ 7500 por hectárea con maquinaria propia. Ahora
bien, si hay que recurrir a un contratista ese costo trepa a los $ 25.000 por
hectárea.
En
tanto, hay que hablar de otros números si se empieza de cero con todo, es
decir, con represas incluidas, tanques australianos y cañerías. Según los
cálculos que manejan en la empresa, para este caso hoy realizar una inversión
completa para 1000 cabezas, con por ejemplo una represa de 40.000 metros
cúbicos y 20 hectáreas de área de captación, requiere desembolsar US$ 80.000.
¿En
cuánto tiempo se amortiza esto? Si se trata de hacer de cero toda la inversión,
se amortiza en un plazo mínimo de 10 años. En el campo, las membranas de las
represas tienen casi 15 años y exhiben un deterioro sólo en la parte expuesta
al sol, pero no es problemático. Aprovechando la estructura, en el campo están
evaluando hacer pruebas para agricultura, pensando en la posibilidad del riego
por goteo subterráneo.
Las claves del sistema
Las claves del sistema
Para
poner en marcha una superficie destinada a captación hay que conocer las
pendientes de manera de hacer el menor movimiento de tierra posible. La
captación debe tener una pendiente del 2,5%. Es importante que el agua no tome
velocidad y genere erosión o rotura de canales
Obra
Luego
del trabajo de un agrimensor y con planos de obra, si se cuenta maquinaria
propia, un tractor y una niveladora, se puede realizar el área de captación.
Con maquinaria propia cuesta $ 7500 por hectárea. Con contratista sube a un
valor de 25.000 por hectárea.
Mantenimiento
En
el área de captación debe haber un control de malezas para mantener la
eficiencia del sistema. En el establecimiento trabajan con preemergentes y
herbicidas residuales. Según los análisis, no se han encontrado residuos en el
agua que se usa para los animales.
El articulo lo podes encontrar siguiendo el siguiente link: http://www.lanacion.com.ar/2051981-cosecha-de-agua-el-ingenio-que-permite-una-ganaderia-a-gran-escala-en-chaco
Fuente: Diario La Nacion.
Fotos: La Nacion.
CONTÀCTATE CON NOSOTROS AL: (03482) 15 586685
Comentarios
Publicar un comentario